Sepulcro Beltran

Los siete

 

 

 

¿Sabes cómo es un cuadro a medio pintar?
¿O cómo es una piedra a medio esculpir?
¿Quizá como es una poesía a medio versar?
con toda esa belleza en potencia, 
y aun así tanto por mostrar, justamente así es ella.

 

Y todo se queda en lo posible, no quiere ser terminada pues siente que decepcionará su aspecto final, ella, dentro de mi mente piensa que no es mi obra más grande y descomunal.

 

Jamás terminaste de ser, el miedo de no ser digna de ese pincel, pluma o cincel que sostenía en mi mente, y yo sentí que las palabras que llegan para mis versos son demasiado poco para ti.

 

Vivo con el miedo de no poder llenar el lienzo, y te quedes como un bosquejo, uno majestuoso y que tanto temo no poder completar.

 

Eres la musa que vive en mi mente y no se quiere marchar, me atormentas por las noches y del sueño me alejas, me acercas al café y a la noche, al tedio, al horror de morir sin poderte ver afuera, pues te tengo y no te conozco, pues te amo y nunca te podré dar un beso.

 

Todo eso y más, es lo que tengo en mi alma, atormentada por mis instintos humanos:

 

Por la ira de mis palabras
Por la pereza que me embarga
Por la codicia que me consume
Por la gula que me embriaga
Por la lujuria que me guía
Por la envidia de que otros te vean como yo
Por la soberbia que me marca

 

 

 

 

 

Eternas lunas.