Palabras frías
sin la magia del poeta,
emergen en destellos
de ojos ausentes.
Oscura redundancia
de un beso de piedra,
golpea la herida
desangra incertidumbre
hiela los . . . te quiero.
Palabras frías
como sombras blancas
que esconden los colores
para esculpir el viento
que viene y va sin rostro
pero deja huellas
cuando es intenso.