Tus labios y los míos
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Se querían, sin duda, se querían,
los tuyos y los míos se buscaban,
a veces hasta en sueños se encontraban
y locos de deseo se comían.
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Se adoraban , sin duda, se adoraban,
del alba hasta la noche perseguían
el delicioso tacto que tenían,
y luego, con su juego se enroscaban .
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Hoy siguen como ayer, nada ha cambiado,
se quieren y despiertan sensaciones
convencidos de ser algo más sabios.
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Persiguen como ayer de lado a lado
los besos que transmiten emociones
cuando dejamos libres nuestros labios.