Hechizo de Mujer
Fue el aroma que te embriagó,
fue el perfume que te consumió,
que diste los besos más ardientes,
cuando llegaron las pasiones,
¡Y fue el hechizo de mujer el que te mareó!,
Cuando en el alma se abasteció,
de luz y de amor sin dolor de que dió,
cuando en el sollozo no calma ni un adiós,
después de la huida y de la partida que vió…,
¡sí, a tus lágrimas salir después de esos besos más ávidos!,
Porque la disfrutó tus labios,
porque fue su olor, el perfume y su brebaje,
de saliva y miel, de sal y fortuna de mujer,
cuando saliste del baúl de los olvidos,
¡sí, hombre, labios de mujer que perfumó tu vida!,
Cuando sólo se fue de rumbo sin dirección,
lo que pasó allí, un desenfreno de besos,
y en la cama el placer que se dió con pasión,
y todo por el perfume de mujer que embriagó a tus labios,
¡sí, hombre, es tu mujer la que te da su aroma!,
Y todo porque eres el hombre que amó,
y con toda verdad te hechizó su perfume,
cuando nunca se debilitó ni se esfumó,
lo que se debe de ver y un cigarrillo fume,
¡si ni con el olor a cigarros podrá evitar su hechizo de mujer!.