ESE HOMBRE SENTADO ALLÍ
Ese hombre sentado allí.
En ese banco de plaza.
Me hace recordar a mí.
A ese triste y solitario
hombre pensativo que fui...
Llegaste tú...
¿En qué piensas?,
me preguntaste.
En ti, respondí.
Te sentaste a mi lado,
me tocaste el hombro,
me acariciaste el rostro,
y me diste un beso.
Esa noche habíamos quedado
en encontrarnos...
Ese hombre sentado allí,
es para mí, como si se reflejase
mi imagen de antaño...
No recuerdo ya cuántos...
han pasado tantos...
La diferencia a este hombre
es que él viste muy humilde.
Muy pobre, muy triste...
Tal vez tenga la misma tristeza
que yo tenía en aquel entonces...
Una gran tristeza por mi soledad...
Ahora no estoy solo,
porque te tengo a ti.
Y vuelve ya mi cabeza canosa,
a recordar momentos...
de gran aliento,
de mucho trabajo,
de no estarme quieto
en ningún momento...
Me acompañaba la soledad...
después apareciste tú.
Y mi cambio fue
gracias al amor que me brindaste
desde el momento en que nos conocimos.
Casualidades de la vida...
¿Qué ha de pasarle a ese triste hombre?
Lo veo desde no muy lejos,
estoy tan solo a unos metros...
pero no me animo acercarme,
no puedo ser indiscreto,
sin conocerlo,
de preguntarle de su vida...
Comento esto, porque sé
lo que ha sido en mi existencia
la soledad, hasta tu aparición
en mi vida, amor...
¿Se acercará a este hombre
una mujer preguntándole:
en qué piensas?...
como tú me preguntaste a mí...
¡Pobre hombre!
Me compadezco de su tristeza,
de su soledad...
una similitud de su imagen
parecida a la mía...
cuando triste estaba yo
sentado en un banco de plaza
pensando tal vez locuras...
de soledad...
Hasta que te conocí a ti,
y mi vida comenzó
a dar un giro tan distinto...
para bien, porque tú alimentaste
de amor a mi pobre corazón...
Años han pasado...
Ese pasado ha tenido
sus pros y sus contras.
Como a todo ser...
Bendigo tu presencia en mi vida.
No puedo cambiar amor...
siento pena por los que solos están...
Más de una vez he estado yo
en la misma situación.
Y es muy doloroso
no tener con quién compartir...
momentos de existencia.
Tú me das aliento de vida,
me comprendes, me mimas...
me amas, como yo a ti...
Derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto - 06/12/2013)