Hay qué ver cuánta cultura
y yo qué viejo y qué desanimado.
Las protestas en la calle me la
traen floja, sólo con ver los escaparates
en los que se abisma la turbamulta.
Hay qué ver cuánta locura y desigualdades
y yo qué viejo y cansado para hacer de
Quijote descabellado.
Y es que para cultura luenga y barbuda,
la de mi pueblo, que practica todavía
la matanza del cerdo.
El sacrificio se realiza con cebollas
y ajos y perejiles, y nocturnos de Chopin,
tocados bajo la luna.
Todo para que a los pobres animales,
más listos que nosotros, ni se les ocurra
escaparse.
¡Y qué decir de los políticos!
con mucho enebro, perejiles y veneno, nos danzan
la danza de la lluvia, para dejarnos
luego en el embarcadero del
tan cacareado progreso.
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