Siempre llevo conmigo una libreta de notas
y el lápiz que pacientemente esperan por mis letras
Que surgen en esos momentos en que te pienso,
En ese momento en que mi corazón sale a buscarte,
En ese momento en que mi garganta desea pronunciar tu nombre,
En ese preciso momento en el que tus ojos, como faros en el mar
Me guían hacia ti cuando tengo urgencias de verte.
Se desprenden impacientes los versos de mi mente
Y se aceleran mis latidos al imaginarme tus labios
Reclamando mis besos,
Entonces pierdo la noción del tiempo y la distancia
Y te convoco a ser parte de cada poema
En ti, voy encontrando palabras nuevas
Para entibiar tus oídos en esas noches de insomnio
Cuando se multiplican las caricias.