El otro día un amigo me decía,
Que somos esclavos de nuestra visión,
yo diría que de nuestra propia melancolía,
producto de los años , fracasos y de la sinrazón.
Yo no quiero ya a nadie perdonar,
prefiero vivir en la práctica distancia,
en la atemperada calma del mar y de olvidar,
el recuerdo, la gota del Rocío siempre está.
Pero ahora prefiero pensar..,
Que cada uno somos esclavos de nuestros prejuicios,
de destinos y de lados necesariamente contrapuestos,
de yugos a nuestros propios martirios.
Yo no sirvo para perdonar,
para amar lo roto o perforado,
admiro mucho al que es capaz de dar,
de olvidar, de ser pañuelo damnificado.
Cada persona es libre de su propia conciencia,
Es esclavo de su yugo educacional,
Es preso del daño emocional,
yo prefiero..no ser mártir de mi propia existencia.🤔