El remanso de una voz tenue, sutil como aliento de esperanza
Tus palabras simples que transporta el viento
Y solo queda en mi interior espacio para tus ojos
En los rincones de mi alma se atesora tu rostro, encendiendo el sol de cada día
He guardado como ofrenda a tu mirada
Mi silencio, la ausencia y los sueños en la noche inmensa
He guardado tu expresión, tu figura augusta, tus grandes ojos fijos
La luna en tu cielo, como verdades impasibles, piadosamente calladas
Se ha ocultado tu nombre en mi memoria, como sueño lejano
En el desamparo de mis ilusiones, surge el vocablo y tu voz ausente
Para llevarme a tu encuentro, cálido, como sol naciente
Para llevarme a tus ojos que no me miran, ocultos entre las sombras y el recuerdo
Guardaré tus sonrisas, entre paisajes y veredas
Con la visión de tu encanto recorreré los caminos
En la profundidad de tus ojos reposaré mis cansancios
Y en la quietud de tu alma abrigaré mis anhelos