CUANDO DE HASTÍO NOS TIRITE EL ALMA
Tu piel se enciende,
mi voluntad se quiebra
y siento cómo se agita mi carne,
con tu caricia.
Perfumando el ambiente,
con el céfiro de tu deseo,
mientras me voy meciendo
en la hamaca de tu cuerpo.
Con el ritmo de tu corazón,
con el mio acompasado
y en llamas ardiendo,
de un frenesí inusitado.
Se van tejiendo los sueños,
con finos hilos de plata,
con hilos de la esperanza,
se van tejido a distancia...
Hasta formar una manta,
que ni el tiempo, desintegrar pudiera...
¡Para abrigar nostalgias...
cuando de hastío nos esté tiritando el alma!
Felina