antoninomilla

A NEGRETE

Voz e imagen de destino,
Que sembró y cosechó mexicanidad en el mundo.
Fue el escogido para ello.
Nadie ensombrece su lugar en el devenir,
Pues es sol que brilla constantemente.
Tan solo las nubes de la ignorancia,
Creen volver nublado su día de magnificencia.
Nada acallará su voz de los cielos,
Pues no es cosa humana.
Nadie lo desterrará de su tierra,
Pues es la tierra misma.
Su Legado y su presencia habitan el aire vernáculo,
Que canta desde las fauces de la fuente de la Creación.
Gardel le comprende y le abraza con camaradería,
Mojica, Vargas, Maria Elena y Amanda orgullosos le acompañan en el canto,
junto al coro de los ángeles,
Pues en tierra de Ángeles durmió y así fue traído,
A la tierra de su devoción,
Que en abrazo eterno a ella se ha unido,
Como su amante eterno, siempre correspondido.
A ella le profesa sus bellas canciones de infinito Amor.
Lo oyes tan vivo y tan enamorao,
Que tú te sientes tan vivo y tan enamorado,
Que le agradeces con tu espíritu de admiración.
Lo amas y lo respetas tanto,
Y crees que es por la grandeza de su trayectoria,
Por lo imponente de su imagen y de su voz,
Por su entrega a la historia y a su pueblo sin condiciones,
Y por tantas otras cosas que rebuscas en tu corazón,
Más es el designio de Dios para ti,
Que seas testigo fehaciente de que él siempre será,
¡El Charro Cantor para la inmortalidad!