Pase lo que pase.
Suceda lo que suceda.
Acontecimientos imprevistos.
Aceptación o lamentos en el alma.
Así es la vida.
Así es la de todos.
Debo pluralizar.
Porque en realidad es así.
Cada uno con su destino.
Doy gracias a mis padres
por haber nacido.
Por haberme otorgado
una vida plena de felicidad
por el amor y cuidado
que me ofrecieron.
Brevedad de palabras.
Vivir con esperanza.
Dejar atrás todos
los sufrimientos padecidos.
Aferrarme a las manos
que Jesús me extiende.
Esas manos que siento
entre las mías,
y que me dan la oportunidad
de continuar viviendo con esperanza,
Vivir con ella,
suceda lo que suceda.
La esperanza la había perdido.
He de juntar fuerzas internas,
para volver a recuperarla,
suceda lo que suceda.
Pensar en todo lo malo
que ha pasado en este último tiempo,
es preferible descartarlo, olvidarlo.
Es por mi bien.
Sucesos de angustia y dolor.
Incógnitas internas,
de las cuales no sabía
qué sería lo que sucedería.
DEBO EXIGIRME VIVIR CON ESPERANZA.
No debo perderla.
¡Tantas cosas contradictorias
me han sucedido...!
Prefiero olvidarlas,
aunque aún las siento
en mi cuerpo.
Debo pensar en positivo.
Tomar las manos de los seres
que me aprecian...
y rezar, por ellos, y por mí.
Rezar mucho.
Sin dejar un solo día hacerlo.
RECEMOS JUNTOS.
Vivamos con esperanza,
pase lo que pase.
Aunque... no puedo excluir de mi mente
las increíbles atrocidades
que están aconteciendo.
El mundo es una rueda
que gira y gira...
Deseo aferrarme a ella,
para no caer al vacío...
Quiero que mi corazón late normalmente.
Sin sobresaltos.
Sin expectativas.
PASE LO QUE PASE.
QUIERO VIVIR CON ESPERANZA.
(Continúa ayudándonos DIOS...)
Derechos reservados de autor ( Hugo Emilio Ocanto - 20/11/2015)