Meylen HirasĂș G. M.

Cuan Amante

Por fin encuentro la hora en que logro sentarme

y dedico un momento a mis letras

Al decidir este oficio aseguré que escribir día y noche,

sería mi actividad diaria. 

 

Durante las otras actividades me veo

con tanto vocabulario para hacer versos

que expresen lo que pienso

Y ya sentada, sucede, que no recuerdo ni uno. 

 

Las letras son amantes celosos,

debes atenderles cuan marido,

como enfermo bajo tu cuidado. 

 

¡Oh, preciosos verbos! Aquí estoy,

a su merced para dibujar el lienzo

de mi tiempo,

y llenar de color mi rutina.