Las piedras son en apariencia;
un obstáculo para el Peregrino
pero en el trasfondo:
son como un regalo que ofrece la ribera
el truco está en no ignorarlas
para que después nos revelen sus secretos.
Las Piedras son como lámparas en bruto
hay que tratarlas primero
y cuando al fin dejan de obstruir el sendero
debajo de ellas siempre se esconde algo de luz.