Yamila Valenzuela

Imaginándote a mi lado (vivencias)

 

 

 

Hay días mejores que otros y hoy es uno de esos días donde desperté con una gran sonrisa en mis labios, en donde mi imaginación voló muy temprano y concebí y parí esto que les estoy compartiendo. Hoy es un día opaco, frío y con lluvia en Cuenca, pero mi corazón late a mil, lo que hace que mi alma brille con luz propia mostrándome que hay personas buenas, que hay amigos que te tienen siempre presente, aunque no hables mucho con ellos; son esos días en donde confirmas que la vida es bella, que vale la pena vivirla a pesar de tantas cosas no muy buenas. Hoy siento, presiento que mi camino todavía es largo, que me quedan muchas cosas por vivir, por escribir, por disfrutar, por conocer y entonces me digo: Adelante Yamila, tú puedes lograrlo, no dependes de nadie, todo está en tus manos, visualiza ese camino, llénalo de flores, aromatizalo con las mejores fragancias, respira profundo y da el primer paso y eso hago; camino, sonrío, canto y sigo amando.

 

Te amo con tu cabello despeinado,

con la barba sin hacer de tres días,

con un cigarrillo en tus labios apagado

y un teclado donde tus ideas germinan

con un café frío o recalentado.

 

Te amo tontamente en la noche,

donde bajo las estrellas

y las deshojo como margaritas,

sabiendo que con tu luna versan.

 

Te amo así, con tus rosas mágicas,

entre sábanas de hilo blancas,

en ese espacio del amor forjado,

lleno de ti, de amaneceres inmaculados.

 

Te amo amor, en la oscuridad de la noche,

cuando el profundo silencio apresa,

nuestras enamoradas voces

Y la pasión en nuestros cuerpos arrecia.

 

Te amo en tonalidades fuertes,

como también en las pasteles.

Pero deseo tenerte en mi regazo,

para alizar tu cabello alborotado.

 

Solo sonrío imaginándote a mi lado.

 

Yamila.