Amarte es dar calor a tus inviernos, esconder de tus cielos las estrellas, saberme la más bella entre las bellas, sentir que nuestros besos son eternos. Quererte es no creer en los infiernos, seguirte paso a paso tras tus huellas, mirarte y adorarte cuando sellas mi boca con tus labios siempre tiernos. Quiero ser leño con su ardiente fuego, clamores de una mar alborotada, perderme en tu penumbra y verte luego en los sueños que forjas en mi almohada. Si me quieres, comparte sin sosiego un beso de mi boca enajenada.