Carlos Gustavo Gerez

Pensándote

Silencioso observo el péndulo

Del lento y casi inmóvil reloj, en la pared,

Siento mi embriagado corazón latir a su compas,

Se quejan mis labios sedientos de los tuyos,

Y vibran mis manos por el templo de tu cuerpo,

Vuelan como pájaros mis suspiros

Que por el cielo van a tu encuentro.

En mi atmósfera se oculta tu perfume y esa sonrisa

Que vino a mí como una brisa llenando mí ambiente,

  Tu imagen en un vaivén se me atraviesa por mi camino

Como buscando hacer nido en lo secreto de mi alma.

Desafiando a la distancia grito mi amor que inmortalizo

En esta letras, y asume el reto de que así sea

Por lo que me resta de vida.

Siempre por las mañanas, en algún un instante

Huyo literal y repentinamente en tu dirección

Y al regresar, ya hechizado de pasión

Siento que vivo en ti hasta el ocaso y que muero

Entre tus brazos como cada noche mi gran amor.