La dicha es un pequeño oasis
En medio del desierto de la vida
Es sólo el aliento perdido
En el horizonte de la esperanza.
El sueño se conecta con el corazón
Y las ansiedades se diluyen en los sueños
Los sueños son como volutas de humo
Que el viento empuja al vacío.
No entiendo por qué la vida cambió
La escalera que construí para subir
Ahora solo sirve para bajar
A las sombras inhóspitas del silencio.
Por qué el poema que escribí por amor
Ahora suenan a tristes coplas fúnebres
Los versos que escribiste con ardor
Hoy son canciones de despedida.
A dónde fueron las promesas de amor
Aquellas que repetimos infinitas veces
Quizás en el camino se perdieron
Y ni débiles huellas dejaron.
Por qué si tú eras la flor de exótica fragancia
La estrella de la noche enamorada
Mi bella y fulgurante primavera
Hoy te has convertido en desértico estío?
No sé por qué la vida se hizo muerte
Y la muerte empezó a vivir
No entiendo por qué si buscaba felicidad
Hoy regreso a mi triste soledad.
Lima 10 de diciembre del 2019