Elevar el espíritu de paz
los ojos a la naturaleza
amar la semilla de Dios
que prende el conrazón,
es la fuerza de amor
dulce miel celestial
como plegaria trinitaria
que palpita en los poros.
Renuevas con tu luz
mi existencia
imprimes en mí tu profecia
de llegar a tu cielo
donde se otorga
la vida eterna.
Ahí florece el paisaje
con un soplo de prado verde
que suaviza el instante
y todos los aromas brotan
la belleza de tu nido,
regálame el rincón sagrado
para que florezca tu palabra
en la primavera de mi alma.
(TU PALABRA ES MI SEMILLA JESUS)
Rosa Maria Reeder
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