MARIA DOLLY MONTES TANGARIFE -DOMOTA

Y COMENCÉ A AMARLO

 

Y COMENCÉ A AMARLO

 

Comencé a seguir sus pasos uno tras otro

En la oscuridad de una noche tan callada,

Comencé a mirar mi mundo en sus ojos

en el claro día, después de una alborada;

 

Ojos claros y azules como el agua cristalina

Como dos gotas de rocío cayendo milagrosas

En mi cuerpo formando mil cascadas

Comencé a soñarme entre sus brazos,

 

Transportada a un lugar maravilloso

Para beberme en sus caricias cada trago

Comencé entonces a caminar en su sendero

A seguir la ruta que el trazara,

 

Envolviéndome más y más entre sus pasos

Comencé a saciar mi sed entre sus labios

Abandonándome sin recelo en cada beso,

Fui conociendo de cerca su universo;

 

Comencé a sentirme bien con todo aquello

En ese mundo junto a él que me había creado

Entonces fui feliz, todo había cambiado,

Ahora escucho el trino de los pájaros

 

El canto de la sirena en el mar atormentado,

El eco del río golpeándose entre las rocas,

El claxón de los carros como bellas serenatas

Y suave el bullicio de una ciudad alborotada;

 

Todo cambió, el ruido fue nada entre las olas,

Comencé a mirar en su luz  nuevos horizontes

Repletos de ternura, en una  tarde enamorada

Como reina mecida entre palmas agitadas,

 

Lo amé por sus ideas, con dicha y con ternura

Comencé a amarlo con locura, con necesidad y entrega,

Porque con él volví a sentir el amor con toda su dulzura,

Lo amo ahora con todo su universo y quiero que lo sepa

 

DOMOTA

 

Derechos reservados, del libro Mi Musa Sigue Cantando