Quise soñar y lo vedó el desvelo,
ausentó mi sueño sin aun dormir,
no sé si fue mi inquietud o su celo,
pero entre el alba vi la noche morir.
Apagó la estrella, opacó el lucero,
abrumando sus cielos distantes,
así también apaga el: Te quiero,
entre suspiros lejanos de amantes.
No tuve sueño más quise soñar,
ni tuve mente para pensar,
entre sábanas sentí las horas pasar
y el frío por mi ventana entrar.
Cuanto te intenté soñar,
más no te hiciste mi sueño,
porque el sueño no tiene cuerpo,
aliento ni piel que acariciar.
Y yo sentí tu cálido aliento,
penetrar sutil mis sentidos
y los perfiles de tu cuerpo,
con tu desnudez vestidos.
Entonces:
¿Te soñé o estabas?
¿Te acaricié o deliraba?
No sé si te viví o soñaba.
Pero al amanecer:
Mis sábanas tibias,
tibia la almohada…
En mi pecho un brassier.
Y en mi alma.
…Un suspiro por yacer.
y por rodar una lágrima.
No fuiste mi sueño,
ni fantasía banal,
ni vano mi empeño,
pretenderte soñar.
Porque me fuiste real.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Diciembre 10 del 2019.