Cuando busco la razón,
la causa de haber nacido,
el porqué de haber caído
en esta oscura prisión,
Pienso que fue la ambición
y el orgullo desmedido,
de aque bello ángel caído
en nefasta perversión;
Hoy nos quiere retener
con las garras del apego
y el frenesí del placer;
Con humildad, siempre ruego,
nunca me dejo caer
en tan sempiterno juego...