En la intensidad de mis afectos, tomo el viento y el agua para convertirlos en tu nombre
La luz y la tierra para esculpir tu torso, dónde reposará mi corazón al borde de la existencia ¡
¿Cómo llegaré a tu alma, como calmar la sed de tu aroma, de tu savia vital?
¿Como asistiré a tu vientre, hasta transformarlo en llama y fuego?
En la vehemencia de mis caricias, tomó la tristeza, la nostalgia, para convertirlas en besos
La guerra y la paz para esbozar la pasión al peregrinar por tu cuerpo
¿Como conquistaré el mundo, si no tomas mi mano?
¿Como surcaré los cielos, si no me brindas tu esperanza?
¿Y a ti mujer que te propondré?
Acaso fundir nuestros cuerpos como amasijo para el recuerdo
O heñir nuestros nombres, para vencer la indescifrable soledad de la noche infinita
Quizá unir nuestras manos y juntos asir la ilusión para forjar nuestros sueños
¿Y tu mujer que me responderás?
Que nuestros recuerdos nos anudan tanto como un abrazo
O que tu hombro y el mío, son consuelo, alivio para la soledad y el hastío
Quizá que el amor es aliento, misterio y camino.
Nuestra será la tristeza, nuestra la soledad y el llanto
Nuestra será la palabra, nuestra la esperanza, el encanto
Nuestras serán las estrellas, nuestra la montaña y el campo
Y en esa unión de lo nuestro, nacerá el niño, el viento y el canto
Seremos luz de luna, gozo, ternura, plenitud en la espera
Seremos piedra y camino, sueño lejano, río y destino
Seremos dos nombres convertidos en tuyo y mío
Seremos quietud, corazón, regocijo. Dos almas desnudas en la pasión y la entrega.