Te convoco al silbido bravío
en donde pacta la memoria
en ruidoso danzar de gloria
agitando la arboleda con brío.
Te convido a llenar el vacio
de otra utopía, migratoria,
flotando callada. Tayectoria
de un atardecer pobre, hastío.
Te invito a recibir su desvario
cuando te besa con euforia
el rostro ,no hay escapatoria
para tan solemne desafío .
El aire, beso desnudo que se vanagloria.
El aire, vientecillo vestido de ágil rocío.
Antonia Ceada Acevedo©