Patricia A. L.

Sur

Una Música de acordes

Infinitos

recuerda ese patio

del que talaron

una infértil higuera

 

Giran y giran incesantes los antiguos

y desvanecidos Instantes

del Tiempo y el Espacio

que no perdonan…

 

Mientras,  

en el cordaje tenso y cruel de un

antiguo violín que llora

sombrías angustias,

se desvanece el día...

 

Y se inaugura un tardío ocaso...

 

(lentamente se ensombrecen

las persianas ocultas

de tu alma)…

 

Y ya,

 atrás y escondidas

al son de las notas musicales,

brillan cautelosas

 

las amadas estrellas  

 de mi adorado Sur...

 

(Patricia)