Ocultamos la desnudez bajo el lecho de las sabanas
Mis manos recorren los frutos de tus extremos
Y los besos que nos damos encienden primaveras
Nos perdimos en el laberinto de nuestros cuerpos
Y enceguecidos de amor nos elevamos a las estrellas
Muy cerca de la luna menguante donde hilamos los sueños.
Parpadea la noche que agoniza y se desploman vencidas
Tus partes que son el delirio desmedido de mis suspiros.