Poeta Lolo Morales

La blasfemia de los zopilotes

 

Se respira veneno. No hay oxígeno en el aire.

Los charcos infestados de anuros, batracios tristes,
que se destruyen entre ellos,

Con sus egos inflamados de sangre y sus mentes nubladas de excrementos,
mientras las hienas escupen
sus heces sobre el manto sagrado del Cristo.

El pueblo desnutrido, el que tenía un negocio ya no lo tiene. En su mesa cenan un mango marchito para cinco.

Los poetas de la farándula enmudecen, pararrayos infernales, copulando con el diablo en silencio.

Un gran vuelo de zopilotes circunvala
sobre cadáveres que aún caminan...

La impotencia ante la blasfemia de los zopilotes y las cañas huecas tienen carcomido a un pueblo sediento de justicia y hambriento de República.

La náusea, la muerte la impotencia, el horror;

Asoman por mi triste ventanal.

 

Lolo Morales                               12 de Diciembre