Cuando el alma
se quema por dentro
y no hay sol
que nos alumbre
el corazón cansado
tiene pesadumbre,
porque vive angustiado
¡ quien pudiera !
volver atrás
y borrar, lo ya pasado
sobre todo los pecados
y el mal hacer de las cosas
y sellar para siempre
tantos pozos donde hemos caído
el desatíno que hemos sembrado
y aunque demos lo pasado
por perdido...
Ahogar para siempre el olvido
y volver a caminar
en la tarde solitaria
mirando al mar
y en la distancía
buscar el perdón
del Dios Divino...
¡ Que grande es el dolor
que al alma ahoga !
entoxicádos por el vivimos
aprieta como una soga
y en esa cárcel nos redimimos...
Prisioneros de el vivimos
esperando la hora
nuestra mente soñadora
pide pan como el mendigo
y no hay aurora
tampoco hay caminos
la espada cortadora
en el llanto nos rendimos...
Pesadumbre
madre de la palabra
que lleva el poeta
en su pluma grabada
y en los pliegos
de un verso que no acaba
¡ cuantas veces digo eso !
ya se secan hasta los sesos
cuando gotean las lágrimas
en la fragua del tormento...
Esta vida es un fragmento
el hilo en la madeja
se acaba
y si tiras, se rompe por completo
no hay nada que sea un secreto
y si pensamos
veremos las cosas claras
como termina todo
en un momento...
Pesadumbre
que de aquí para allá
amargas como la hiel
eres un tormento
falta hasta el aliento
y caes de rodillas
viendo el cielo abierto
¡ Que Dios nos perdone !
de tantos sufrimiéntos
que el pecado dispone
en un momento...
Pesadumbre
oremos al Dios de los Cielos
y quizás se compadezca
de lo que llevamos dentro
donde las manos tiemblan
en los lamentos
en el cruce del camino
yo de rodillas
permanezco...