La sombra de la oscuridad me arrebujó.
Y sin saber ¿dónde estaba,
ni qué hacía?,
en sus aguas me movía,
inmerso en ella respiraba,
y así, la vida me daba.
Sentía repetidos movimientos,
y en un cordel tropezaba…
…me enredaba,
y de pronto,
ese conducto blando inserto en mí…
…me alimentaba.
Los meses transcurrieron ascendiendo,
y en el nono escuché retumbos,
eran los martirios de advenimiento,
del ser que a la luz,
y del bandullo de mi origen,
me trajo al mundo.
Describo lo que imagino,
no lo que en verdad viví,
pero imaginando construyo,
la grandeza de nacer…
…de crecer y vivir
y hacer lo tuyo mío, y lo mío tuyo.