Una sensación me alcanza.
La poderosa mano
que dentro de mi alma
el corazón ahoga,
deja de ejercer presión.
Las lágrimas que antes
regaban mi inspiración,
ahora nublan mis ojos
para que tu imagen sonriente
se aleje de mi, borrosa.
Algo cambia en mi interior.
¿Ganó tu indiferencia
o mi cobardía venció?
Antes me dolías y ahora,
me duele que comiences a no dolerme.
Caprichosa paradoja
de sentimientos enfrentados.
Solo fui una gota perdida
en tu universo de océano
donde yo nunca cabré.