Soy un amante solitario en este vago mundo,
huérfano de tus dulces besos y tus caricias;
soy alma en pena que ya no liba tus delicias,
soy un espectro que deambula como un vagabundo.
Mi corazón sufre un mal de ausencia tan profundo,
que no dudaría en dar mi vida como albricias
a quien de tu belleza me portara noticias,
luego penaría por siempre en el inframundo.
Dulce paloma, mi vida sin ti ya no es vida.
Antes que vivir esta infeliz vida prefiero
el tétrico abrazo de la pavorosa muerte.
Para liberarme de tan desdichada suerte,
no me basta con recuperar tu amor sincero,
tu lindeza será mi inmarcesible bebida.
Suspiros y sueños de amor