Tienes el freno puesto y la rampa es muy larga
sientes que todo es tan libre, tan profundo...
que la propia idea de esa libertad te da pereza.
Levantarte de la cama se vuelve tan difícil
te sientes atado pero no de pies y manos
te sientes atado de alma, de espíritu
es más, podrías decir que no estas atado
estas en una cárcel con la puerta abierta
y al intentar cruzarla tu cuerpo no responde.
No te equivoques, no sientes miedo y no es un sueño
te pasa cada día cuando ves la luz del sol
parándose en tu cara, atravesando la cortina
cortina de humo o tal vez es un telón de acero
que divide dos partes de tu ser, cuerpo y mente.
Ya no sientes esa pasión por las cosas simples
ya no sientes esa alegría que regalabas
y lo peor de todo es que no ves el porque
aún desayunando cada día la respuesta.