L os días y los años corren tan rápidamente
U no envejece indiscutiblemente sin protesto.
Z arpa del vientre materno y
M ágicamente esa cosita tan pequeñita
A menudo nos hace soñar y nos llena de felicidad,
R ecogemos a su paso los bellos momento que nos hace vivir,
I lumina nuestro cielo y todo el firmamento. Y de repente
A brimos los ojos, y nos percatamos con asombro, que
E se milagro de la vida, la que cargamos en los brazos
V a creciendo y abriéndose camino, y no nos dimos cuenta.
A esa semillita que hoy es un fruto exquisito, que es
N uestra alegría en el hogar, la que nos llena de ternura, la que
G ano y lleno el corazón de todos,
E sa pequeña e indefensa niña con súper poderes
L a que nos llena de orgullo, la que también nos hace llorar,
I ndiscutiblemente el mejor regalo que Dios nos dio,
N ada podrá igualar tanto amor mi dulce y bella hijita,
A hora y nunca.