Es portento, su belleza,
De perfección celestial;
Una armonía total
De pasión y gentileza;
En su humildad hay grandeza,
En su rostro el ideal
De una persona formal
Y esa elegancia de alteza;
Cuando ella pasa la miro
Con tal entrega y pasión,
Que se me escapa un suspiro
Pues me rompe el corazón:
A que me mires aspiro,
Y me des todo tu amor…