Quiero cometer el delito de amarte.
Decidí ejecutarlo a mano amada,
con habilidad hamponil, pericia y arte,
de noche y alevosía premeditada.
Encontraré la manera de abordarte,
sin que lo sepas, en una encrucijada
donde te creas segura y puedas confiarte;
momento oportuno de hacer mi jugada.
Luego te suplicaré que me detengas,
proceses, juzgues y por tu reo me tengas;
y si en esos requerimientos te avienes,
una vez me encuentres convicto y confeso
des por terminado el caso con un beso
y a tu cadena perpetua me condenes.