Anoche…
tan enamorado,
pensaba tanto en ti,
que el ángel del amor,
del cielo bajó
y me preguntó:
¿ Qué deseas ?
¡ Celebrar a mi amada !
Y de la nada,
de las manos del ángel brotó,
el más bello
ramo de flores,
que un enamorado,
pueda regalar
al amor de sus amores.
El ángel se retiró,
y el ramo también se esfumó,
pero en mi corazón,
se conservó.
Esta noche…
estrellas ilusionadas,
y todas las fuerzas del universo,
ayúdenme.
Quiero mostrarte, amada mía,
que a través de mis versos,
con toda pasión,
que yo te guardo para ti,
las más bellas flores,
aquí en mi corazón.
© Saulo García Cabrera
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