Desde niña la veía,
indulgente,tierna,bella,
delicadez la vestía,
con brillo de mil estrellas.
Sonrisa dócil,plena
invariable en el andar,
equiparable a la Helena,
cual belleza no hubo par.
Cuando niña me decía :
¡Muy hermosa niña mía¡
rebosaba yo alegría
siempre afable mi María.
Si escribo ahora estos versos
lo hago para argumentar,
cuanto cariño profeso,
a quien quiera refutar
Mi sentimiento es muy noble,
desde niña al día de hoy
firme y grande como roble
y lo llevo donde voy.
BY.: Be@ibarra
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