Julio Noel

Hoy el céfiro se dejó por mí acariciar

En la placentera fontana de nuestros sueños

hoy el céfiro se dejó por mí acariciar,

sus auras iban colmadas de aromas risueños

que besaban mi evaporada piel al pasar.

 

Sus húmidos labios sutiles se deslizaban

por mis fríos labios cual dulce beso de amor;

en un aura de oro mis sentidos se hallaban

ahítos de ternura, felicidad y candor.

 

En el argentino azogue de la fontana

tu bella imagen me pareció discernir;

tus guedejas de oro y tus pómulos de grana

mi gélido corazón ansiaron derretir.

 

Una súbita negrura se adueñó del cielo

que el hechizo de la fontana logró romper;

yo me quedé sumido en un gran desconsuelo,

porque tu bella imagen ya no volví a ver.

 

Suspiros y sueños de amor