Se pasan los años, igual que los vientos,
y en cada diciembre se escucha un cantar,
de bellas tonadas, que anuncian advientos,
del Rey de los Reyes, con gloria sin par.
Su noble figura, de nobles portentos,
dijeron venía con fin de cambiar,
la cruel injusticia que causa tormentos,
llenando las almas de amargo penar.
Espero de siempre, la regia armonía,
bañada de luces, de paz y bondad;
que suenen trompetas, con la epifanía
que tanto anhelamos, de amor y piedad;
y busco en las sombras, al Cristo que un día,
dijeron traía la gran libertad..
Autor: Anibal Rodriguez.