Julio César Santana

Sociedad moderna

Nadie está por encima de la ley, exclamó el juez

mientras un pez de lago recibía una sentencia de seis

por robarse seis billones, su señoría: de nada

Y las hadas de la democracia en coro vocalizaban: El Imperio de la Ley

Era gay y buena gente aquel delincuente de cuello blanco, dijo el periódico

Mientras el de cuello negro recibió siete, por una bolsa de María Inmaculada; irónico, ¿no?

 

Yo vivo en el infierno y para vivir tengo que soñar o resignarme

En todo caso escaparme, del yugo del día a día

Donde la policía patrulla las calles y arrestan por narcóticos

que van a parar al barrio donde no se patrulla; irónico, ¿no?

 

Y si protesto con furia soy idealista, izquierdoso, joven, inmaduro y maldito

Y si grito no soy educado, solo demuestra la calaña de mi especie

¿Cómo protesto señor? ¿Con un café y un poloché que compré en internet?

¿O comprarle a una compañía que apoya la causa a precio módico?

Pues la protesta al consumo y al insumo de injusticia sólo puede ser consumir; irónico, ¿no?

 

El filósofo, intelectual grandilocuente, que se cree más inteligente por un título

hace el ridículo en su facultad creyendo que entiende el mundo, desde un escritorio

Es obvio, pues tiene modelos, data, paradigmas, teorías y análisis histórico

Lo que le falta es lo humano pues... y se siente orgulloso de su prestigio académico; irónico ¿no?

 

Y mi amigo el político liberal

Me dice que está mal que me queje

pues hay menos pobreza y producimos más

…más de todo, incluyendo las ironías

Amigo, yo no me estoy quejando

Sólo escribo poesía.