Miguel Angel Garrido

IDILIO EN LA COSTA

 “Un mundo de ríos quebrados y distancias inasibles”.

                 Federico García Lorca 

 

Seguro que mañana lo vivido

en la distancia de esta tarde gris

está presente,

duele y no se olvida.

Al otro lado de la costa, miro

tus ojos de rebaja,

la luz sucia

de los otoños en el mar,

su pálida

arena,

como sombra que levanta

los años de mi vida.

                                Tus muslos,

cayendo con deseable instinto,

tiemblan,

brillante su reflejo sobre el agua.

 

Quisiera haber estado aquí otras veces,

en noches largas y mañanas lentas,

desnudas de horas tristes,

perder todo

mi tiempo sin negar lo que te dije.

Pues cuántas veces lo busqué,

más joven,

tu luz en la bahía de los sentimientos,

las claras tardes son sol infinito.

Veranos de este cielo solitario

que se hunde en los horarios del olvido.

 

Vayamos lejos,

a un mundo de ríos

quebrados y distancias inasibles.

Entonces, como pájaros lejanos

que escuchan el silencio de la noche,

me vuelves el hermoso rostro. Es tarde,

tal vez, igual que en tantas ocasiones,

ya no nos sirve estar aquí.

                                          Amor mío,

tú buscas ese día que pasó y muere

allá en el fondo,

en tu dulce sonrisa

de veinte años.

Contra un muro azul,

contemplo las palmeras con insomnio,

los hombros del pasado en ciudades

sin deudas ni rencillas con nosotros.