Meylen Hirasú G. M.

ídolo Adverso

Con un saco,

peinado formal,

cerró sus ojos

y se dispuso a tocar.

 

Su primer concierto

La audiencia lo observa,

escucha la melodía

que emerge de sus manos.

 

Todos aplaudimos,

elogiamos su estrella

Le brota una lágrima

y entona otra canción.

 

Un niño lo observa,

admira su ejecución

Oculta, ve en

la funda del músico,

una botella de licor.

 

El pequeño la contempla,

se escuchan más aplausos,

y el infante desea

ser adulto para beber.

 

¡Qué triste, qué triste!

El músico pudo inspirar arte

y sembró un vicio más. 

 

Meylen Hirasú G. M.