A un lugar, en promesas paraíso,
a buscar mi destino yo me voy,
en la tierra ya estéril donde estoy
mi afán luchador dejo sumiso.
Tanto tiempo apostado al horizonte,
tanto esfuerzo volcado sin medida,
al pararme de frente a la salida
veo inútil lo gastado en tanto apronte.
El sufrido pasado veo al irme,
cargándose al instante de nostalgia,
y por más que abandone una neuralgia,
hay cosas que en mí prendieron firme.
Ni aun la tierra prometida que me espera,
la que viví tan solo en referencias,
a la que voy en pos de diferencias,
me asegura identidad tan duradera.
Es por eso que al último minuto
se prende de mi piel punzante espina,
que me ha de acompañar en cada esquina:
el deseo de volver, sin ya pagar tributo.
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(Copyright, Noviembre 2019)