Julieta Iallorenzi

CORROSIÓN

 


Resulta contraproducente para los decentes

Cuidar de quienes habría que correr,

Porque te querrán corroer luego

Quienes socorriste.

Algunos indignos persiguen

Lo que otros huimos despavoridos.

Para ellos ha de ser un halago

Un respiro, un cumplido

Un sueño realizado,

El ser corroídos.

La única oxigénica prueba

De que están vivos,

Y oxidados.

Vacío pecho succionado

Habrá sido amamantado

Hasta la oquedad,

Hará de puente sin edad

Para que corra sobre si

Lo que ha socorrido;

Los indecentes perseguidos

Que huyen de los que no huyeron.

Van directo, van armados

Hacia los refugios rodantes

Tan decentes, que los han cuidado antes.

Algunos escapamos

De los que se escapan de si mismos,

Aunque siempre resulte contraproducente

Navegar contracorriente,

Muy por fuera de la tangente

De esta gente tan corriente.

Habrá que cuidarse de cuidar,

Correr del socorrer,

Tomar como error

La vocación del ayudar.

O ser pórtico arcano

Para que salten dentro tuyo

Y depositen sus secretos,

Desechos privados de mundo.

Y tu lengua candado

Y tu voz código encriptado

Y en ese caso tu obediencia

Fuera vista por los indecentes como decencia.

(Solo, tan solo si los conceptos se invirtieran)

Será esta, la cadencia de otras virtudes,

Que solo se hallan corriendo hasta las altitudes,

Donde los corroídos que hemos socorrido

No nos alcancen y les baste

Con oxidar a quienes los persiguen

Aturdidos tanto fascinados

Conectados mas no correspondidos

Como a un pulmotor

Hacia el oxigeno no fautor

Que los oxida y lo confunden con amor.

A algunos les resulta conveniente

La inconveniencia.

Ya corrí muy lejos

Regurgitando sus secretos

No seré receptáculo de sus complejos.

Ni palco de teatro

Para que se den al manifiesto

Sus infestas obras,

De humanidad un nivel tan bajo.

Ya escalé los rascacielos

Ya corrí muy lejos de los que corroen

Socorriendo mi decencia...


JULIETA IALLORENZI

PATENTADO EN SADAIC Y DNDA

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