Sos hermosa como la flor del campo,
que ennobleces la mirada de quienes siguen tus pasos,
enloqueciendo con tu dulce miel por tus encantos,
que haces que murmure silencio en mi regazo.
Oh! Lindura natural hay en tu boca,
de pulcro color como el cerezo,
la que angustia en mi corazón provoca,
porque en silencio de deseos embeleso.
Fuente de ternura encuentro en tus ojos,
que destellan luz como luceros,
y con fulgor enardecido abren cerrojos,
que me impulsan a quererte como te quiero.
Imagino tu silueta tendida en el pasto,
disfrutando la paz que produce la calma,
con trémula ansiedad de escalar lo alto,
y con infinito deseo de quien te ofrece su alma.
Amor y dulzura desborda tu sonrisa,
que llena de alegría superas toda tristeza,
porque tu suave voz baila con la brisa,
y derrochas felicidad con elegante grandeza.