Gaston Medina Vazquez

TIEMPO MALDITO

 

Y te ayudé a bajar del alazán

con suavidad te tomé entre mis brazos,

 brazos que nunca más te protegerán

porque la vida te arranca de la mía a pedazos.

 

El canto del arroyo,

el trino de un ave,

el aroma de la hierba

que nos embriago el alma de forma  tan suave.

 

Toma mi mano muy fuerte

no permitas que se escape,

éste mágico momento

para que nunca el olvido mate.

 

Bajo la sombra de éste árbol

y nuestras monturas  como testigos,

yo te entrego  mi ser

y con él van mis sentidos.

 

Éste,  que te toma y de ti es  esclavo

calma la sed  en tu manantial,

y con tus besos me embriago

y cual velero en tormenta en tus brazos naufrago.

 

Detente  tiempo,  otrora bendito

no avances más, quédate  estático

que estos  momentos  sublimes  se vuelvan eternos

no camines, no sigas, no quiero gritarte maldito!

 

Se fue acabando el día

de  tu pelo huyó el aroma del prado

te arrancó de mí el destino como harpía

y mi corazón  luce anillo con dolor engarzado.

 

Hoy el arroyo se ha secado,

el ave, lejana  rama buscó

y aquí bajo la misma sombra que un día nos cobijó

vuelven a mí tus recuerdos,  recuerdos  que el tiempo no me quitó.

 

 

Gastón Medina Vázquez.