El faro que te alumbra y que te guía,
la mano que te ayuda y no te daña,
amigo fiel que siempre te acompaña
ya sea oscura noche o claro día.
Te quiere, a todas horas, con porfía,
verdad es su palabra y nunca engaña,
te busca, si perdido en la montaña
estás, con mansedumbre y alegría.
Te acoge como oveja descarriada,
te da su corazón dulce y fraterno,
su vida por nosotros fue entregada.
Te abriga cuando estás en el invierno,
a cambio no te pide nunca nada
su amor es celestial, amor eterno.