Resignada mi razón sabe que te perdí,
la aceptación de mi inteligencia supone no pensar más en ti,
pero mi corazón no sabe nada de razón,
mucho menos de inteligencia,
y te busca y te piensa.
Si decido por fin olvidarte
decididos vuelan mis pensamientos lejos de ti,
Cualquier aroma, sonido, sentido, color me tran de regreso a donde te perdi.
Puedo vivir pensandote, extrañandote,
puedo pasar los día besandote en mis pensamientos y abrazandote en mis sueños,
no tengo problema en esperarte toda la vida sabiendo que no regresaras.
Mi único miedo es verte en manos de otro,
ese puede ser el hecho que venza a mi corazón,
Ese puede ser el hecho que me libere de tu prisión,
Pero tengo miedo, miedo de tragar ese dolor.