Estremece mis sentidos este lienzo natural
Que pinta perfecto Dios con un matiz celestial
Arreboles de la tarde que se muere en el poniente
Poniendo destellos tenues sobre un follaje imponente
Se suma una brisa suave que cariñosa acaricia
Repartiéndose para todos sin falsedad ni avaricia
Es bello al hacer un alto del trabajo cotidiano
Llenar la mente y los ojos dejando fuera lo vano
Contemplando brevemente la gratuita belleza
Que otorga a nuestro vivir humildad y fortaleza.