Me desviví
por abusar de la muerte
truco de la locura
amé los rostros parlantes
de la música desierta
y sus poses de porcelana
desprovisto del origen
los días tardíos
no prosperaron
en el confín de las cavilaciones
los ojos rampantes
el cráneo trasplantado de la nieve
mi frente navegable por el olvido
y la sonrisa en un cofre de agua